Me corrompen las palabras.
Cantan en un hueco palpitar que se inunda
justo es el desierto de la introspectiva
el epicentro de la tormenta
una nube me atrapa y ahí te recreo toda
y me corrompo.
Ahí en los circulos, subsisto.
Cada gota se afana a creer en algo
en recrearte mía
en recreerme tuyo
en recreerte aislada
y en el recreo
de melancolías
de carnes-sábanas
de cantos-segundos
de quimeras-rosas
el vomitivo acto de catarsis se vuelve un ciclo
incisivo en piel
un carrusel acéfalo,
la costumbre siempre finge ser deidad
y muere en el silencio.
Todo es un epistolario en la religión de mi credo ausente
y yo con tanta lengua y tan poca frente
y yo con tan tatinta y pocos pantalones
y yo con tanto tiempo
y tan ajeno
creando nada
creyendo nada
y recreando todo.
Cristian Vázquez